El pasado viernes 19 de febrero, tuvimos la oportunidad de charlar con Conrado Granado minutos antes de la presentación de su libro Memoria histórica para que no se olvide, en la Biblioteca Municipal Lope de Vega (Tres Cantos).
Este libro, que no va a ser el último del autor porque ya se encuentra pensando en el siguiente, es fruto de meses de investigación en los años noventa en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares. «He tardado unos 25 años en publicarlo, pero lo he conseguido. Cualquiera puede decir que este libro está mal escrito. Lo que nadie podrá decir es que lo que yo escribo no es cierto, porque todo está basado en documentos que tuve la oportunidad de ver una y mil veces».
Granado nos habló de la designación de la Guerra Civil como una cruzada, de la concepción de los periodistas de la época como «apóstoles de la fe de la nación», de cómo el Ministro de Gobernación del momento, Camilo Alonso Vega, decía que la Ley de Fraga (1966) estaba «para cagarse en ella». Entre los documentos que ojeó, tuvo la suerte de poder leer las condenas de La Pasionaria y de Largo Caballero. A una la sentenciaban por un «léxico inconcebible en un ser humano y menos en una mujer», y al otro por masón. Los condenados a muerte, según calcula Conrado Granado, debieron de ser miles. En un documento fechado en 1943, se hablaba de «927 presos en el corredor de la muerte».


El investigador y vecino de Tres Cantos se indigna ante la falta de enseñanza que hay sobre la historia española reciente. Él mismo tuvo que estudiar los tiempos de la Segunda República por su cuenta, para descubrir que ese gobierno había sido legítimo. Anima a España a seguir el ejemplo de Alemania, con exposiciones para que la población no olvide y no se repita el horror.