- Fechas de nacimiento: 26 de marzo de 1940 (Conrado) y 25 de octubre de 1943 (Luisa)
- Lugar de nacimiento: Vilaflor (Tenerife)
- Lugar de residencia: San Cristóbal de La Laguna (Tenerife)
- Donantes: Directos
Conrado Trujillo y Luisa Fumero, ambos nacidos en Vilaflor, nos cuentan sobre sus vidas, el ambiente de su pueblo natal en Tenerife, la estancia en Venezuela, y sus esfuerzos por labrarse una buena vida.
Los padres de Luisa tenían una dulcería como negocio familiar, y en general recuerda su infancia positivamente, como una época feliz. Los padres de Conrado también tenían una tienda, pero él trabajaba la tierra y con los animales. Conrado recuerda que su abuelo era mudo, barbero y zapatero, con el que se entendía muy bien sin la necesidad de usar la voz, y que su abuela era de carácter más cascarrabias.
No tienen recuerdos vividos de la Guerra Civil, pero siempre escucharon lo que hablaban las personas mayores, que sacaban a gente de sus casas para fusilarles en los Salones de Faifes en Santa Cruz de Tenerife. Conrado añade que aunque su padre no fue muy afectado por la guerra, su tío sí murió en la contienda. Rememoran también la escasez y falta de recursos en la posguerra.
El primer ocio que tuvieron eran los juegos que hacían los niños en el recreo y en las calles del pueblo. Después vino el cine, que causó gran impresión en su generación. Siempre había gran anticipación para las fiestas anuales, ya que significaba la llegada de bailes y vestirse con elegancia.
Con 17 años, Conrado se fue del pueblo de Canarias a Venezuela a buscarse un futuro mejor.
Su primer trabajo fue camarero en una arepera. Estuvo con esta situación durante un año hasta que cayó el presidente de Venezuela, Marcos Pérez Jiménez, que recuerda como una mañana turbulenta en las calles. Después de eso, Conrado trabajó en un restaurante durante dos años.
Conrado y Luisa se conocieron y enamoraron por carta, manteniendo una correspondencia entre Venezuela y Tenerife, hasta que se conocieron personalmente y se casaron. Estuvieron trabajando en un restaurante hasta que nació su primera hija. Conrado llegó a manejar un par de granjas incluso.
Tras varios años, decidieron volver a Canarias, en la época en la que Franco murió y España comenzaba la Transición, antes de la democracia. Cuentan, en sus palabras, que los que no se metían en política vivían bien, y los que sí, a los Salones de Faifes a desaparecerlos.
A día de hoy, concluyen que lo más importante a fin de cuentas es la familia.
